FAUNO


Un fauno es un ser mitológico mitad hombre y mitad cabra, con cabeza, brazos y torso humano y patas, cola y cuernos de cabra.
Son seres bondadosos protectores de la naturaleza y de los pastores y sus rebaños. De hecho, el dios griego de los bosques, Pan, tiene forma de fauno.
Proceden de la mitología griega y son uno de los personajes más antiguos. Se caracterizan por el gusto a las fiestas y orgías y al vino, por lo que suelen aparecer junto a Dionisos, el dios griego del vino. Habitan en cuevas, son muy mujeriegos y les gusta perseguir y seducir ninfas.

En la mitología romana, Fauno es el equivalente al griego Pan. Es el padre de Bona Dea ("La buena diosa", o Fauna) y Latino. Fauno era también llamado Lupercus ("el que protege del lobo") por proteger el ganado, nombre realmente procedente de otra divinidad itálica, con lo que al final los dos nombre acabaron fundiéndose en Fauno Luperco.
Fauno era un rey latino, hijo de Picus y Canens. Tras su muerte fue reverenciado como el dios Fatuo, adorado en un bosque sagrado en las afueras de la actual Tívoli. Se le asocia con las pieles de lobo, las coronas y los cálices.

Pegaso



En la mitología griega Pegaso era un caballo alado.
Pegaso nació de la sangre derramada por Medusa cuando Perseo le cortó la cabeza. Suele representarse en blanco o negro y tiene dos alas que le permiten volar. Una característica de su vuelo es que cuando lo realiza, mueve las patas como si en realidad estuviera corriendo por el aire.
Según las fuentes clásicas, Perseo no llegó a volar montado a Pegaso, puesto que lo hacía gracias a unas sandalias aladas, sin embargo, muchos artistas renacentistas lo representaron volando en este caballo.

Pegaso aparece relacionado fundamentalmente con el héroe Belerofonte, quien a lomos del équido alado logró dar muerte a la Quimera, una bestia de múltiples cabezas (entre ellas una de león y otra de cabra) que asolaba los territorios de Licia. Gracias a este corcel Belerofonte pudo obtener igualmente una victoria sobre las amazonas.
Belerofonte encarna el "defecto" de la "excesiva" ambición. Cuando por fin consigue montar a Pegaso, no contento con esto le obliga a llevarlo al Olimpo para convertirse en un dios, pero Zeus, molesto por su osadía, envía a un insignificante mosquito que pica el lomo de Pegaso y precipita al vacío a Belerofonte sin matarlo, quedando lisiado y condenado a vagar apartado del resto del mundo toda su vida recordando su gloria pasada.
La leyenda de Pegaso puede haber influido la formación de la figura del buraq en la tradición islámica.
Es uno de los equinos más célebres de la literatura junto con Rocinante (caballo de Don Quijote de la Mancha), Babieca (el de El Cid), Bucéfalo (el de Alejandro Magno) y el caballo de Troya, entre otros.

Sirenas


Las sirenas, son seres fabulosos, originarios de la mitología griega y ampliamente extendidos en las narraciones fantásticas de la literatura occidental, cuya función y representación han variado con el tiempo.
Aunque en su forma original eran seres híbridos de mujer y ave, posteriormente la representación más común las describe como mujeres jóvenes con cola de pez.

Las sirenas eran el equivalente a las ninfas pero en el mar pues residían en la zona de Sicilia cerca del cabo Pelore. Sus padres fueron Calíope y el río Aquelao, según unas versiones y Forcis o Gea, según otras. El número exacto de ellas no está totalmente claro, hay quien afirma que eran tres, pero también se dice que fueron cinco e, incluso ocho.
 
El cuerpo de las sirenas, a pesar de que vivían en los océanos y de lo que tradicionalmente se ha representado, estaba formado por un cuerpo de ave y un rostro de mujer, por lo tanto, no tenían aletas, sino alas. Las sirenas detentaban una voz de inmensa dulzura y musicalidad y se prodigaban en cantos cada vez que un barco se les acercaba, por lo que los marineros, encantados por sus sonidos, cuando no podían huir de ellas se arrojaban al mar para oírlas mejor pereciendo irremediablemente. Sin embargo, si un hombre era capaz de oírlas sin sentirse atraído por ellas una de las sirenas debería morir. Fue esto lo que propició el héroe Odiseo, más conocido como Ulises. Cuando Odiseo estaba viajando en barco en una de sus muchas hazañas halló a las sirenas y para evitar su influjo ordenó a sus tripulantes, según consejo de Circe, que se taparan los oídos con cera para no poder escucharlas mientras que él se ató al mástil del barco con los oídos descubiertos.
De esta forma, ninguno de sus marineros sufrió daño porque no oyeron música alguna mientras que Odiseo, a pesar de que había implorado una y otra vez que lo soltaran se mantuvo junto al poste y pudo deleitarse con su música sin peligro alguno. 

En consecuencia, una de las sirenas tuvo que perecer y esta suerte le sobrevino a la sirena llamada Parténope. Una vez muerta las olas la lanzaron hasta la playa y allí fue enterrada con múltiples honores. En su sepulcro se instaló después un templo. El templo se convirtió en pueblo, y finalmente el lugar donde fue enterrada esta sirena se transformó en la próspera Nápoles, llamada antiguamente Parténope. 
También existe otra leyenda acerca de las sirenas que afirma que los Argonautas también sobrevivieron a su influjo porque Orfeo, que les acompañaba, cantó tan maravillosamente que anuló completamente su seductora voz.

EL ORIGEN DE LAS SIRENAS
Difícil es dilucidar el verdadero origen de las sirenas. Dejando a un lado a las antiguas sirenas con forma de mujeres-ave, se dice que la primera mujer-pez conocida fue Atargatis, la diosa de la luna, protectora de la fecundidad y el amor. Atargatis, perseguida por Mopsos, se sumergió en el lago Ascalón con su hijo, y se salvó gracias a su cola de pez. Esta leyenda se confunde con la de la diosa siria Derceto, que también se arrojó a las aguas del mismo lago, después de matar a uno de sus sacerdotes y abandonar a la hija de ambos en el desierto. Derceto recibió la cola de pez como símbolo de su pecado, y su hija, criada por las palomas, se convirtió en Semíramis, reina de Babilonia.
También puede encontrarse una semejanza con las sirenas en la diosa Afrodita, hija del semen de Zeus convertido en espuma de mar, que fue diosa del amor y protectora de los marinos. Su espejo ha sido heredado por toda la estirpe de sirenas.
Para buena parte de los sabios griegos, sin embargo, las sirenas tienen por padre a Aqueloo, un río personificado en figura de hombre con cola de pez. En cuanto a la madre, la confusión crece: puede ser la diosa de la memoria, o alguna de sus hijas, las musas. Quizá las sirenas sean hijas de la Elocuencia, de la Danza, de laTragedia o de la Música. Hasta podrían ser hijas de Ceto, la ballena.


AVE FENIX


El ave Fénix o Phoenix, como lo conocían los griegos, es un ave mitológica del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de fuerte pico y garras. Se trataba de un ave fabulosa que se consumía por acción del fuego cada 500 años, para luego resurgir de sus cenizas. Según algunos mitos, vivía en una región que comprendía la zona del Oriente Medio y la India, llegando hasta Egipto.
El mito del ave Fénix, alimentó varias doctrinas y concepciones religiosas de supervivencia en el Más Allá, pues el Fénix muere para renacer con toda su gloria. Fue citado por los sacerdotes egipcios de Heliópolis, el griego Heródoto El Fénix ha sido un símbolo del renacimiento físico y espiritual, del poder del fuego, de la purificación, y la inmortalidad. Según el mito, poseía varios dones, como la virtud de que sus lágrimas fueran curativas.
Según la leyenda cristianizada, el ave Fénix vivía en el Jardín del Paraíso, y anidaba en un rosal.


 
Cuando Adán y Eva fueron expulsados, de la espada del ángel que los desterró surgió una chispa que prendió el nido del Fénix, haciendo que ardieran éste y su inquilino. Por ser la única bestia que se había negado a probar la fruta del paraíso, se le concedieron varios dones, siendo el más destacado la inmortalidad a través de la capacidad de renacer de sus cenizas.
Cuando le llegaba la hora de morir, hacía un nido de especias y hierbas aromáticas, ponía un único huevo, que empollaba durante tres días, y al tercer día ardía. El Fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo la misma ave Fénix, siempre única y eterna. Esto ocurría cada quinientos años.


"Hay un ave, llamada fénix. Esta es la única de su especie, vive quinientos años; y cuando ha alcanzado la hora de su disolución y ha de morir, se hace un ataúd de incienso y mirra y otras especias, en el cual entra en la plenitud de su tiempo, y muere. Pero cuando la carne se descompone, es engendrada cierta larva, que se nutre de la humedad de la criatura muerta y le salen alas. Entonces, cuando ha crecido bastante, esta larva toma consigo el ataúd en que se hallan los huesos de su progenitor, y los lleva desde el país de Arabia al de Egipto, a un lugar llamado la Ciudad del Sol; y en pleno día, y a la vista de todos, volando hasta el altar del Sol, los deposita allí; y una vez hecho esto, emprende el regreso. Entonces los sacerdotes examinan los registros de los tiempos, y encuentran que ha venido cuando se han cumplido los quinientos años".
Clemente de Roma. Epístola a los Corintios (XXV)

El Minotauro


Era un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro Su nombre significa "Toro de Minos", y fue concebido de la unión entre Pasífae y un magnífico toro con motivo de una afrenta divina. Fue encerrado en un laberinto diseñado por el artesano Dédalo, hecho expresamente para retenerlo.
La leyenda cuenta que En Creta reinaba el poderoso Rey Minos. Su capital era célebre en el mundo por el laberinto, lleno de intrincados corredores, de los cuales era casi imposible encontrar la salida. En el interior vivía el terrible Minotauro, un monstruo con cabeza de toro y cuerpo de hombre, fruto de los amores de Pasifae, la esposa de Minos, con un toro que Poseidón, dios de los mares, hizo surgir de las aguas. En cada novilunio había que sacrificar un hombre al Minotauro, pues cuando el monstruo no satisfacía su apetito, se precipitaba fuera para sembrar la muerte y desolación de los habitantes de la comarca.
Un día, el Rey Minos recibió una trágica noticia: su hijo acababa de morir asesinado en Atenas. Minos clamó venganza, reunió a su ejercito y lo envió a Atenas para iniciar el ataque. Atenas, al no estar preparada, no pudo ofrecer resistencia y solicitó la paz. Minos, con severidad dijo: "Os ofrezco la paz, pero con una condición: cada nueve años, Atenas enviará siete muchachos y siete doncellas a Creta para que paguen con su vida la muerte de mi hijo". 

Aquellos jóvenes serían arrojados al Minotauro para que los devorara. Los atenienses no tuvieron más remedio que aceptar aunque con una única reserva: que si uno de los jóvenes conseguía matar al Minotauro y salir del laberinto (cosa poco menos que imposible) no sólo salvaría su vida, sino también la de sus compañeros, y Atenas sería eximida de dicha condena.
Dos veces pagaron los atenienses el trágico tributo. Se acercaban ya el día en que por tercera vez la nave de velas negras, signo de luto, iba a surcar la mar. Entones, Teseo, hijo único del rey de Atenas, Egeo, ofreció su vida por la salvación de la ciudad. El Rey y su hijo convinieron en que si a Teseo le favorecía la suerte, el navío que los volviera al país enarbolaría velas blancas.

Centáurides



Aunque las mujeres centauros, llamadas centáurides no son mencionadas en la antigua literatura y arte griego, aparecen ocasionalmente en la antigüedad tardía. Un mosaico macedonio del siglo IV a. C. actualmente en el Museo Arqueológico de la ciudad de Pella es uno de los primeros ejemplos de la presencia de centáurides en el arte.


El autor romano Ovidio en sus Metamorfosis menciona a una centáuride llamada Hilonoma, que se suicidó cuando su amante Cílaro murió durante la guerra contra los lapitas.
En una descripción de una pintura en Neápolis, el retórico griego Filóstrato el Viejo describe a las centáurides como hermanas y esposas de los centauros masculinos que vivían en el monte Pelion con sus hijos.


Qué hermosas son las centáurides, aunque tengan cuerpo de yeguas; porque algunas crecen de yeguas blancas, otras de yeguas castañas, y el pelaje de otras es manchado, pero todas brillan como las yeguas bien cuidadas. También hay centáurides blancas que crecen de yeguas negras y la oposición de colores produce una criatura unida de gran belleza.

Centauro


El centauro es un ser fabuloso originario de la mitología griega. Aunque en las primeras narraciones se los describe como una raza de gigantes, absolutamente cubiertos de pelos, habitaban la región de Tesalia y vivían rudamente. Muy salvajes se dedicaban a recorrer el país mientras raptaban mujeres. Pero más tardíamente otros textos comienzan a difundir la imagen que ha trascendido hasta la actualidad: un híbrido, mitad hombre y mitad caballo.
Así, pues, los centauros tenían fama de violentos y de disfrutar de placeres como el vino, las mujeres y la caza. Se los consideraba la encarnación de sentimientos como la ira y por lo tanto, representantes de la barbarie y de la lujuria masculina.

Algunos centauros, como Folo y Quirón, escaparon a esta fama de salvajismo. Folo, hospedó a Hércules y a sus amigos y Quirón, aprendió las artes de la medicina y era además sabio,justo y tutor de personajes notables como Asclepio, dios griego de la medicina.

En el cristianismo, el centauro es un símbolo del hombre atormentado por la lucha entre el bien y el mal.
Se dice que los centauros son descendientes de Ixión y de Nefele, la nube hecha a semejanza de Hera. Sin embargo otra versión los considera hijos de cierto Centaurus, quien mantuvo relaciones íntimas con yeguas magnesianas.

griffin o grifo(Parte dos)

Aca les dejo mas info sobre el grifo y mas imagenes este animal mitologico es uno de mis favoritos...

La descripción física del grifo se corresponde básicamente con la de un animal alado con cabeza de águila y cuerpo de león. Otras versiones le atribuyen orejas puntiagudas o bien las patas delanteras no son de león sino también de águila.
A pesar de tratarse de un mamífero, acostumbra a construir nidos como las aves para depositar sus crías. Precisamente, cuentan las leyendas que los parajes que busca el grifo para ubicar sus nidos suelen estar próximos a tesoros escondidos. Se dice que fue en montañas de la India donde encontraron oro y decidieron construir allí sus nidos con tan preciado material. 

Debido a tan provocativa ubicación, debieron mantenerse alerta contra los ladrones, profanadores y demás, y en consecuencia, desarrollaron un poderoso instinto de vigilancia y protección. Esta característica ha hecho que sea un elemento muy utilizado en heráldica y para ser representado en gárgolas y blasones.
Su procedencia se atribuye al continente asiático. Mitológicamente hablando, los grifos surgieron de la
mano de los Arimaspianos, un pueblo cíclope. Sin embargo sus orígenes pueden hallarse en Asiria, si observamos la importante presencia de este animal, junto con la esfinge y otros seres míticos, en el arte prehistórico asirio.

La simbología ha sido muy diversa y ha variado con el paso de los siglos. En la mitología griega, el grifo era un símbolo de fuerza y de vigilancia. Apolo voló a lomos de uno y la diosa Nemesis adoptó su forma. También fue símbolo de la soberbia; se dice que Alejandro Magno intentó volar sobre un grifo hacia el borde del mundo. Posteriormente, y en la tormentosa Edad Media, adoptó una imagen satánica, atrapando almas humanas. Más tarde, sobre todo a partir de la concepción de Dante del Averno, esta concepción cambió; se le relacionó con la dualidad divina y humana de Jesucristo, precisamente por su dominio del cielo (en condición de águila) y de la tierra (como león). En consecuencia, se le enfrentó a serpientes y basiliscos, representaciones del Mal.

En MITOLOGIA: El Grifo es un ave gigantesca, la más grande de todas las especies. Tiene la cabeza parecida al águila, de color oro y el cuerpo de león, de color blanco.
Su vista es muy aguda, es fuerte y ágil. Cuando agita sus alas, levanta tanto viento que es capaz de derribar a una persona. Con sus enormes garras pueden atrapar cualquier presa por grande que sea.
Los Grifos tienen fama de codicia y rapacidad, son crueles y enemigos de los hombres y de los caballos.
La mitología griega asociaba el brillo de su oro con el sol, la leyenda cuenta que estas aves estaban consagradas a APOLO el dios del sol, de cuya carrozaba tiraban a través del cielo, y custodiaban el tesoro que pertenecía a este dios.
También se les relaciona con Dionisio, dios del vino, como protectores y guardianas del vino.
En HERALDICA: Animal mitológico, símbolo de ingenio y grandeza.
Todos los blasones que poseen un Grifo, denotan pertenecer a un linaje en el que sus miembros destacaron por su ingenio durante su vida.
Otro término heráldico es “Grifado”; en el diccionario heráldico su definición es, “escudo sembrado de Grifos.
GRIFO. Animal mitológico que tiene la mitad superior de águila, y la mitad inferior de león, normalmente rampante y de perfil; y rara vez se le pinta sentado. Es símbolo de ingenio y grandeza.
GRIFOS
Animales con cuerpo de león, alas y pico de águila. Guardaban tesoros.
Son seres voladores, mitad león mitad águila, y muy feroces.
Su parte superior es la de un águila gigante, con plumas doradas, un afilado pico y poderosas garras. La parte inferior es la de un león, con pelaje amarillo, musculosas patas y cola. Su tamaño es bastante grande, suelen medir unos 3 metros. 

Su comida favorita es la carne de caballo, por lo que es frecuente verlos atacando a caballos y levántandolos en el aire con sus poderosas garras. Los grifos cazan para alimentarse y lo hacen en grupos pequeños de no más de 12 grifos. Pueden combatir en el aire, o lanzándose en picado con el peso de su cuerpo.
Los grifos tienen características de los dos animales de los que está formado, por parte de las águilas tiene una vista y un olfato muy desarrollados. Su parte de león le lleva a vivir en manadas, dentro de las cuales siempre hay un líder.
Suelen vivir en montañas rocosas, contruyendo sus inmensos nidos en las laderas. Estos nidos están hechos de ramas y hojas.
Pueden ser entrenados como monturas, pero es una tarea que requiere cierto tiempo. Una vez entrenados, los grifos son leales y defienden a su jinete hasta la muerte. Son muy valientes y luchan con toda criatura a la que consideren una amenaza sin pensárselo dos veces. El jinete y grifo quedan unidos de por vida.